viernes, 11 de febrero de 2011

Los fenómenos meteorológicos más extraños

Las raras perturbaciones meteorológicas son cuanto menos fascinantes. Algunas son más explicables que otras, pero todas ellas son testimonio de la casi siempre impresionante naturaleza. A continuación se presentan los diez fenómenos meteorológicos más extraños que muestran lo que sucede cuando la naturaleza tiene ganas de asombrarnos con su poder:

10. Fuego de San Telmo. A lo largo de la Historia, innumerables marinos han afirmado ser testigos de la aparición de estas lenguas de fuego incandescente, que “bailaban” sobre los mástiles y extremos de la arboladura de los naví­os durante algunas fuertes tormentas. Estas bolas luminosas, conocidas como el Fuego de San Telmo, no son otra cosa que descargas eléctricas que se producen durante estas tormentas y que tienen como blanco a los objetos más elevados de una embarcación.
Aunque el Fuego de San Telmo no resulta peligroso en sí­ mismo a pesar de su espectacularidad, muchas veces funciona como el aviso de la caí­da inminente de un rayo sobre los barcos, por lo que antiguamente ha sido considerado de mal agüero por los navegantes.



9. Vientos Catabáticos. Es un viento que sopla con componente descendente (hacia abajo), geográficamente hablando, en serranías, montañas o glaciares.
El viento catabático se origina en un enfriamiento, radiativamente o a través de movimientos verticales, de aire en el punto más alto de una montaña, glaciar o cerro. Como la densidad del aire se incrementa con el descenso de la temperatura, el aire fluirá hacia abajo, calentándose por proceso adiabático al ir descendiendo pero sigue permaneciendo relativamente frío.
Los vientos fríos catabáticos se producen a primeras horas de la noche cuando la radiación solar cesa y el suelo se enfría por emisión de radiación infrarroja. El aire frío de una borrasca puede contribuir al efecto.
Sobre la Antártida y en Groenlandia, inmensos vientos fríos catabáticos soplan casi todo el año


8. Aurora Boreal. Es un fenómeno en forma de brillo o luminiscencia que aparece en el cielo nocturno, usualmente en zonas polares, aunque puede aparecer en otras partes del mundo por cortos periodos de tiempo.
Ocurre cuando partículas cargadas (protones y electrones) son guiadas por el campo magnético de la Tierra e inciden en la atmósfera cerca de los polos. Cuando esas partículas chocan con los átomos y moléculas de oxígeno y nitrógeno, que constituyen los componentes más abundantes del aire, parte de la energía de la colisión excita esos átomos a niveles de energía tales que cuando se desexcitan devuelven esa energía en forma de luz visible de varios colores.
Las auroras tienen formas, estructuras y colores muy diversos que además cambian rápidamente con el tiempo. Durante una noche, la aurora puede comenzar como un arco aislado muy alargado que se va extendiendo en el horizonte, generalmente en dirección este-oeste. Cerca de la medianoche el arco puede comenzar a incrementar su brillo. Comienzan a formarse ondas o rizos a lo largo del arco y también estructuras verticales que se parecen a rayos de luz muy alargados y delgados. De repente la totalidad del cielo puede llenarse de bandas, espirales, y rayos de luz que tiemblan y se mueven rápidamente de horizonte a horizonte. La actividad puede durar desde unos pocos minutos hasta horas. Cuando se aproxima el alba todo el proceso parece calmarse y tan sólo algunas pequeñas zonas del cielo aparecen brillantes hasta que llega la mañana. Aunque lo descrito es una noche típica de auroras, nos podemos encontrar múltiples variaciones sobre el mismo tema.


7. Remolinos de Fuego. En este fenómeno, el fuego bajo ciertas condiciones (dependientes del la temperatura del aire y las corrientes), adquiere una vorticidad vertical y forma un remolino o una columna de aire de orientación vertical similar a un tornado.
La mayoría de los más grandes tornados de fuego surgen a partir de incendios forestales en los cuales están presentes corrientes de aire calido ascendentes y convergentes. Usualmente presentan de 10 a 50 metros de alto, unos pocos metros de ancho y duran solo unos minutos. Sin embargo algunos pueden tener mas de un kilómetro de alto, contener vientos superiores a los 160km/h y persistir por mas de 20 minutos.
Un ejemplo de los efectos que puede tener un fenómenos de estas características sucedió en 1923 durante el Gran terremoto de Kanto, el cual provocó una tormenta de fuego del tamaño de una ciudad y produjo un remolino de fuego que mató a 38,000 personas en quince minutos en la región Hifukusho-Ato de Tokio.


6. Duendes y Chorros Azules. Estos extraños resplandores fueron observados en reiteradas oportunidades por los pilotos de aviones estratosféricos y se catalogaron inicialmente como OVNIS. Más tarde, la Ciencia finalmente los identificó y les otorgó la denominación grupal de "Eventos Luminosos Transitorios" (Transient Luminous Events o TLEs).
Los “duendes” (sprites) son descargas eléctricas que emiten una luz rojiza y se producen a una altitud aproximada de 80 kilómetros. Sus “primos”, los “chorros azules” (blue jets) son conos de luz azulada que se forman a menor altura que los duendes, a veces al mismo tiempo que los primeros. Estos fenómenos duran normalmente unas fracciones de segundo y están siendo estudiados por los cientí­ficos para descubrir los motivos exactos de su formación.


5. Lluvia de Ranas. Aunque también de otros peces y anfibios, pero las más conocidas y frecuentes son las de las ranas. La explicación a este enigma se encuentra en las trombas marinas, que al absorber grandes cantidades de agua de ríos, lagos y mares, arrastran también a un considerable número de pequeños animales que luego son arrojados a varios kilómetros de distancia de su lugar de orígen, aunque bien es cierto que en gran parte de los casos estos animales sobreviven a la caída.


4. Donuts de Nieve. Los anillos de nieve son un curioso fenómeno meteorológico que genera formaciones cilíndricas de nieve, conocidas como “rollos de nieve” o como los hemos llamado en Sobrelistas "Donuts de Nieve". En algunas ocasiones presentan un agujero en las capas interiores, debido a que estas capas son más finas que las exteriores y fácilmente se desvanecen, otorgando al cilindro una forma de rosca.
Rara vez pueden observarse, debido a las precisas condiciones que necesitan para su formación.
El tamaño de los cilindros puede alcanzar varios centímetros, se han llegado a observar rollos de 60 cm de diámetro, aunque La mayoría tienen unos 30 ó 40 cm.
Se cree que la mayoría de rollos de nieve se forman en las llanuras de América del Norte, donde el clima puede cambiar bruscamente debido a la confluencia de masas de aire frío y seco del Ártico, con el cálido y húmedo aire del Golfo de México.
Para la formacion de los cilindros se deben dar unas condiciones: que una capa de hielo este cubierta por un manto de "nieve polvo" húmeda de unos 2 cm. de espesor, que la temperatura esté cercana al punto de fusión del hielo y la temperatura del aire se mantenga igual o ligeramente por encima del punto de congelación (entre 0 y 1ºC) y que el viento sea lo suficientemente fuerte como para desplazar los rollos de nieve, pero no demasiado para no deshacerlos, aproximadamente 40 Km/h.

3. Granizo Gigante. Las tormentas de granizo son eventos meteorológicos frecuentes e indeseados, pero en ciertas oportunidades se ha registrado la caí da de enormes trozos de hielo desde el cielo, mucho más grandes y pesados que el granizo común. El bloque de hielo más grande registrado hasta el momento midió 17.8 centí metros de diámetro, casi el doble del tamaño de una pelota de tenis.
Lo que resulta mucho más extraño todaví a, es que muchos de estos gigantescos bloques de hielo suelen caer aparentemente de la nada, sin nubes tormentosas a la vista. Aunque algunos especulan con que puede tratarse de desprendimientos de hielo provenientes de aviones volando a gran altura, todaví a no se ha formulado ninguna explicación concreta y demostrable sobre este misterioso fenómeno.
Famoso fue en España la famosa lluvia de "aerolitos" que se registró en el año 2.000, cayendo a lo largo de todo el país estos gigantescos bloques de hielo, si bien es cierto que se demostró posteriormente que la mayoría de ellos eran un auténtico fraude.

2. Supercelda. Es una inmensa tormenta en rotación. Puede durar varias horas como una entidad única. Estas tormentas son las más propensas a producir tornados de larga duración y pedazos de granizo del tamaño de una naranja.
Las superceldas tienden a formarse en condiciones de alta inestabilidad, y vientos fuertes a grandes alturas. Además presentan un sistema más organizado de circulación interna que les hacen tener una duración mucho mayor que otras. En la supercelda es común la aparición de fuertes corrientes rotatorias que la hacen potencialmente la más peligrosa de los tipos de tormenta convectivas. Pueden producir vientos fuertes, grandes granizadas y tornados de larga duración sobre una amplia trayectoria.


1. Olas en el Cielo. El patrón ondulado de una onda de gravedad parece un espectáculo extraño, especialmente si usted está más acostumbrado a ver las ondas en el agua, no en el cielo. Este fenómeno pocas veces visto es causado cuando el aire se desplaza en el plano vertical, por lo general como resultado de corrientes ascendentes que viene de las montañas o durante tormentas eléctricas.
Un patrón de onda sólo se genera cuando la corriente ascendente de aire es forzado en una bolsa de aire estable. El impulso alcista de la bolsa aire es el disparador de la causa de cambios en la atmósfera, alterando la dinámica de fluidos. La Naturaleza a continuación, intenta restaurar los cambios de fluidos dentro de la atmósfera, que presentan un patrón oscilante visible dentro de la nube.

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