miércoles, 3 de noviembre de 2010

Las Confesiones en el Lecho de Muerte más Increibles

Cuando alguien sabe que le queda poco tiempo para morir, es muy usual que se realicen confesiones sobre algo que ha estado escondiendo durante toda la vida. Normalmente esto se hace para lavar la conciencia y poder descansar en paz, o a veces también para que se beneficien los seres queridos que sí se quedan en este mundo. Estos secretos a veces son increíbles, destacando estos por encima de los demás:



10. Naomi Shemer (2004). Fue una de las compositoras más importantes de la historia de Israel. Se hizo famosa a raíz de su tema Jerusalén de oro, que fue elegida Canción del año en su país en el año 1967. Esta melodía fue prácticamente un himno, cantándola hasta los soldados de la guerra árabe-israelí.
Un tiempo después, a Shemer se le acusó de haber plagiado una canción de cuna de Xenpelar, un compositor vasco, lo cual ella negó una y otra vez mostrándose terriblemente ofendida.
A pocos días de su muerte, efectivamente Naomi confesó en una carta a un amigo suyo que la canción sí se trataba de una versión de la de Xenpelar, afirmando que la escuchó unos pocos años antes de cantar su tema quedandose en su subsconciente.
9. Naaman Diller (2004). En 1983, se cometió el mayor robo en la historia de Israel, desapareciendo 106 relojes históricos en el Instituto La Mayer de Arte Islámico, incluido uno que se diseñó especialmente para María Antonieta de Austria, aunque esta fue guillotinada antes de recibirlo.
El reloj era impresionante para la época en la que fue construido, ya que llevaba complicaciones tales como repetición de minutos, calendario perpetuo o subesfera de segundos, además de estar recubierto en oro macizo.
Pasaron más de 20 años sin que se resolviera el caso, hasta que en una ocasión un relojero mencionó a la policía que había pagado a una mujer 40 mil dolares por la compra de diversos artículos, entre los que se encontraba el reloj de la reina Maria Antonieta.
La policía inició una investigación para esclarecer el origen del famoso reloj, las pistas llevaron a los elementos de justicia con Nili Schamrat, una mujer israelí que habitaba en Los Angeles. En la casa de Schamrat se encontraron más relojes, por ello la mujer confesó que recientemente había contraído nupcias con un hombre, quien poco antes de morir le confesó haber cometido el robo. Asimismo, el delincuente aconsejó a su esposa vender la colección de relojes después de su muerte.

8. Christian Spurling (1994). En 1934, un médico llamado Robert Kenneth Wilson ofreció la conocida mundialmente fotografía del monstruo de Lago Ness. Según Wilson, mientras él viajaba en su automóvil observó que algo se movía en el lago por lo que se detuvo para captar la imagen.
Durante muchos años, esta fue una prueba de que en el Lago Ness existía una criatura inidentificable, hasta que en 1994 se descubrió el fraude. Spurling confesó antes de morir que realizó la fotografía a un pequeño submarino de juguete, al que añadió un largo cuello y una especie de cabeza.

7. Geraldine Kelly (2004). En 1991, después de haber sido maltratada frecuentemente por su esposo, Kelly decidió finalizar con la vida de él. Después de dispararle en la cabeza a John Nelly, la mujer escondió el cuerpo en un congelador, el cual ocultó durante años. A sus hijos les aseguró que su padre había muerto en un accidente automovilístico.
Sin embargo, 13 años después de perpetuado el asesinato, en el lecho de su muerte, Geraldine Kelly le confesó a su hija que había matado a su padre y le dijo donde encontrar el cadáver.

6. Tor Hepso (2005). En 1978 en Noruega , Fritz Moen, de 36 años, sordo y con problemas de habla, fue acusado de violar y matar a una joven de 20 años de edad. Por este delito Moen fue condenado a dos décadas de prisión sin importar que no existiera evidencia alguna de que él hubiese cometido el delito, además diversos testigos afirmaron que Friz estaba con alguien más cuando ocurrieron los hechos.
Moen estuvo en prisión durante esos 20 años años, hasta que en 2005 un ex convicto, Tor Hepso, confesó, un día antes de que muriera, a la policía y a tres enfermeras que él había asesinado a dos mujeres, entre ellas la joven que supuestamente mató Moen. Tras la confesión se realizaron las investigaciones correspondientes, las cuales deslindaron a Moen del crimen. Sin embargo, Fritz ya había fallecido cuando su nombre fue limpiado.

5.Henry Alexander (1992). En 1957, el cadáver de Willie Edwards, un hombre negro de 25 años, fue encontrado en las orillas del río Alabama. A pesar de las investigaciones no se logró determinar las causas de su muerte. No obstante, en 1976 un abogado decidió reabrir el caso, por el que cuatro integrantes de Ku Klux Klan fueron arrestados como sospechosos de la muerte de Edwards.
En las nuevas investigaciones, uno de los cuatro hombres arrestados, confesó que él y otros tres más obligaron a Willie Edwards a saltar desde el puente de Tyler Goodwin pues él ofendió a una mujer blanca. El juez Frank Embry no emitió ningún cargo contra los sospechosos, pues argumentó que la ley no establecía como delito obligar a saltar a alguien.
En 1992, Henry Alexander, en su lecho de muerte confesó a su esposa que él era quien había ofendido a la mujer blanca y que como Willie Edwards lo había identificado, él y sus compañeros miembros del Ku Klux Klan le dieron la opción de correr o saltar. Edwards optó por brincar, pero si hubiera corrido no le hubiesen disparado. Después de la confesión, la esposa de Henry Alexander envió una carta a la viuda de Willie Edwards, ofreciéndole sus sinceras disculpas.


4. James Brewer. En 1977, este hombre fue arrestado por la sospecha de haber matado a su vecino debido a un ataque de celos. Sin embargo, Brewer quedó en libertad, así que se mudó con su esposa a Oklahoma, donde iniciaron una nueva vida bajo las identidades de Michael y Dorothy Anderson.
En su nueva vida, se convirtieron en miembros activos de la iglesia local, en la que Dorothy creó un grupo de estudio bíblico. Para el año 2009, Brewer se encontraba a punto de morir, por lo que sintió la necesidad de confesar su crimen, el asesinato de su vecino, con el cual había cargado por más de tres décadas. Su esposa llamó a la policía y al hospital para comentarles que su esposo quería confesar un crimen. Con la ayuda de Dorothy, este hombre que estaba muy enfermo, declaró lo ocurrido. Pero para su desgracia, Brewer no murió y fue consignado a las autoridades.

3. Margaret Gibson (1964). William Desmond Taylor fue un actor y director de películas de cine mudo en los inicios de Hollywood. Murió asesinado el 1 de febrero de 1922. Hasta el inicio de la década de los 60, las causas y culpables no habían sido aclarados. Pero en 1964, en el lecho de muerte de la actriz Ella Margaret Gibson, ella confesó a su vecina haber asesinado Desmond.
Aunque se rumoreaba que Gibson estaba relacionada sentimentalmente con William, y que allí podría estar la verdadera razón por la cual lo asesinó, Margaret jamás reveló sus motivos para privarlo de la vida.

2.Diane Crawford (2009). En 1967, Carolyn Hevener Perry de 20 años y Constanza Smootz Hevener de 19 años de edad fueron asesinadas a tiros mientras trabajaban en una heladería en Virginia. Cada una había recibido un disparo en la cabeza justa cuando la tienda cerraba, cerca de 138 dólares fueron robados de la tienda.
Durante años la policía trabajó en el caso, pero sin suerte. En noviembre de 2008, la policía se llevó a Diane Crawford con la nueva información revelada por un testigo.
Cuando la policía le preguntó a Crawford, ella estaba en la etapa final de una insuficiencia cardiaca y sufría también de enfermedad renal crónica y decidió a confesar de manera detallada los asesinatos que cometió hace más de 40 años.
En la noche del tiroteo, Crawford sacó una pistola calibre 25 y les disparó a las dos mujeres porque se habían burlado de ella por ser lesbiana.
Perry fue la primera en recibír un disparo de cerca, a quemarropa y cuando Hevener corrió en su ayuda Crawford le disparó también a un par de centímetros de distancia.
Ella entonces tomó el dinero de la tienda mientras huía, la policía pensó que era un robo.
Crawford murió en enero de 2009, dos meses después de confesar los asesinatos.

1. Julian Altman (1985). En 1936, en Polonia, fue robado un violín Stradivarius. El instrumento le pertenecía al músico Hall Huberman. El robo fue perpetrado por Julian Altman, también músico, de 20 años. Altman lo utilizó para diversas presentaciones profesionales con la Orquesta Sinfónica Nacional, en Washington. Incluso lo tocó para diversos políticos importantes.
Para 1985, 49 años después de haber cometido el hurto; Altman, en su lecho de muerte, confesó a su esposa que él había sustraído el Stradivarius. Julian le indicó a su esposa donde encontrar el instrumento. Una vez recuperado, la mujer localizó diversos artículos de periódico que narraban el famoso robo.

3 comentarios:

SOMMER dijo...

Curiosidades sin duda...
En todo caso, hay secretos que es mejor no divulgarlos. La del lago Ness me ha dado pena... Un secreto así, ayuda a mitificar un hecho ya de por si bastante insólito.
abrazos

Anónimo dijo...

Lo del lago Ness deberíais decírselo a Iker "Inquietante" Jimenez

franco dijo...

IKER JIMENEZ ACLARO LO DEL MONTAJE EN SU PROGRAMA,NADA PEOR QUE UN "INQUIETANTE IDIOTA DE INTERNET" CIERTAMENTE.

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