domingo, 16 de mayo de 2010

Las fugas de prisión más increibles de la historia.

Cada año, cientos de presos escapan de prisiones de todo el mundo. De estas fugas, la gran mayoría son producidas por fallos en la seguridad en las cárceles, pero otros presos utilizan su ingenio para no ser descubiertos en su plan de huída.
Estas son las fugas de prisión más increibles de toda la historia:
10. Fuga de John Gerard en la Torre de Londres (1957). Gerard, era un sacerdote jesuita que después de escribir a simpatizantes católicos y de insertar pistas secretas en cada carta, escondidas con una tinta invisible de su propia invención, el clérigo se abrió paso a través de las piedras alrededor de la puerta de su celda, se escabulló sorteando a los guardias del corredor, y alcanzó un alto muro que daba al foso de la Torre. Abajo, un bote de remos lo esperaba en la oscuridad. El remero le lanzó una cuerda, misma que ató a un cañón cercano y, al escuchar la señal proveniente del otro extremo de que había sido atada al otro lado del foso, se deslizó hacia la libertad. Nunca fue capturado.



9. Fuga de Dillinger (1934). El famoso ladrón de bancos estadounidense John Dillinger, estuvo implicado en varios escapes de prisión violentos durante la década de los 30. En el año 1933, él y su banda diseñaron una audaz fuga de la cárcel de Lima (Ohio), después de usar dos rifles de contrabando contra dos guardias de seguridad. Pero la fuga más famosa de Dillinger llegó en el año 1934, después de que tras una serie de atracos, fue llevado al "escape a prueba" de la cárcel del condado de Lake, el cual estaba custodiado por gran cantidad de policías y militares del ejército americano.
Dillinger talló con una pastilla de jabón un arma falsa, con la que consiguió amedrentar a los policías para que le abrieran la celda y poder huir, después de encerrar a sus custodios. Se han hecho varias películas recreando a la vida y la fuga de este ladrón.

8. Fuga de la Prisión de Libby (1864). Fue la más famosa (y exitosa) fuga de presos durante la Guerra Civil Americana. Esta prisión se decía que era la más segura de todas a las que se destinaban los presos de guerra, hasta el día en que ocurrió esta fuga.
Un grupo de 15 soldados de la Unión, dirigidos por el Coronel Thomas E. Rose y el general Hamilton, construyeron un túnel desde el sótano de la prisión hasta un terreno situado fuera de la cárcel. Esto no fue una tarea fácil, ya que el sótano de esta misión era muy oscuro e infectado de bichos, conocido por sus reclusos como el "infierno de las ratas". 17 días después de empezar a construir el túnel, se vió la luz, y 109 soldados consiguieron huir a la ciudad de Richmond.
48 soldados fueron recapturados, pero 59 llegaron a la seguridad del ejército federal.
7. Fuga de Casanova (1755). Tan persistente y meticuloso para idear sus escapes como lo fue seduciendo a las esposas de otros hombres, el adúltero convicto se encontró detrás de las rejas en la cárcel de Los Plomos (Venecia), en 1755, llamada así por el plomo impenetrable que cubría sus paredes y techo.
Casanova fabricó una herramienta con un barrote de hierro y pasó meses cavando un túnel en el rincón de su celda. Cuando lo cambiaron a otra, temió estar siendo observado, por lo que le pidió al monje de la celda de al lado que cavase por él. El par logró escapar usando la misma confiable herramienta para abrir las puertas que bloqueaban su paso.

6. Fugas de Pascal Payet (2001, 2003 y 2007). Payet cumplía 30 años por asesinato en la cárcel de Luynes cuando escapó con un helicóptero por primera vez en 2001. Estuvo prófugo seis años, durante los cuales organizó la fuga de tres de sus ex compañeros de cárcel, todas vía helicóptero en 2003. Eventualmente fue capturado y encarcelado en Grasse, una cárcel de alta seguridad en el sur de Francia. Payet escapó a la libertad nuevamente en julio de 2007, en un helicóptero Squirrel secuestrado junto con su piloto en Cannes, media hora antes. La nave aterrizó en el techo de la penitenciaría, desde donde tres hombres armados iniciaron la búsqueda de Payet. Sorprendentemente, ha habido diez fugas en helicóptero exitosas de las cárceles francesas en los últimos 20 años, las cuales Pascal Payet ha estado implicado en 5.

5. Fuga de Dieter Dengler (1966). Dengler fue el único soldado que logró escapar de un campo de prisioneros durante la Guerra de Vietnam. Fue un piloto Alemán perteneciente a la Armada de los Estados Unidos, quien un 1 de Febrero de 1964 se encontraba volando sobre la región de Laos, donde fue derribado y posteriormente secuestrado. Sus captores eran parte del movimiento Pathet Lao, quienes lo mantuvieron durante varios encadenado en una prisión de bambú en donde era torturado continuamente por sus captores. Un 29 de Junio de 1966, mientras los guardias comían, Dengler con varios de sus compañeros, tomaron las armas de sus captores y lograron escapar de su secuestro. El grupo de siete personas se dividió en tres grupos, de los cuales no se volvieron a saber nada.
4. Escape de Alcatraz (1962). Se consideraba que Alcatraz, construida para albergar a los criminales más violentos de Estados Unidos en una isla en la bahía de San Francisco, era a prueba de fugas. El trío formado por Frank Morris, Clarence y John Anglin probó que no era así. Durante seis meses, rompieron poco a poco el concreto alrededor de los huecos de ventilación de sus celdas usando cortaúñas, trozos de un ventilador y algunas cucharas, escondiendo su avance nocturno llenando los huecos con una pasta fabricada con periódicos viejos. Finalmente se escurrieron a través del sistema de ventilación y escaparon en una balsa hecha de barriles, malla de alambre e impermeables viejos. Es muy probable que se hayan ahogado, pero se puede decir que son los únicos que han logrado escapar de la cárcel.

3. Fuga de Antonio Ferrara (2003). Ferrara, un legendario experto en explosivos de los bajos fondos, capaz de volar una caja fuerte mientras el dinero quedaba intacto, fue sentenciado a ocho años por dos robos a mano armada (era sospechoso de otros 15). En marzo de 2003, dos patrullas se estacionaron frente a las puertas de Fresnes, en las afueras de París. Seis hombres, vistiendo uniformes de la policía, se bajaron. Tres de ellos abrieron fuego contra las dos torres de vigilancia con AK-47, mientras que los otros abrían las puertas del frente con un lanzagranadas. Mientras, Ferrara dinamitó calmadamente la puerta de su celda, saltó en uno de los coches, y desapareció.

2. Fuga de Billy Hayes (1975). Sentenciado a 30 años en una cárcel turca por contrabando de drogas en 1970, el estadunidense de 22 años pasó un año brutal en la prisión de Sagmalicar, en Estambul, antes de ser trasladado a una isla-prisión. Después de seis meses de planeación, peleó contra un guardia, robó su uniforme y tomando los 2 mil dólares que su padre había logrado contrabandear en un álbum de fotos, remó toda la noche, a través de una furiosa tormenta hasta la costa. Allí se tiñó de negro su cabello rubio, caminó a través de media Turquía y, finalmente, nadó a través de un río furioso para llegar a Grecia.

1. El Gran Escape (1944). El Stalag Luft III fue un campo de prisioneros de la guerra de Luftwaffe, a 160 km de Berlín.
Bajo la dirección de Roger Bushell se excavaron tres túneles con los nombres de «Tom», «Dick» y «Harry». «Tom» debía ser el túnel de huida principal, y se trabajó en él intensivamente. «Harry» fue el túnel de reserva y «Dick» resultó sacrificado. Estaba destinado a ser descubierto en caso de que se sospechase que se estaba cavando un túnel en el campo, y así desviar la atención de los alemanes.
«Tom» fue descubierto por casualidad tras cinco meses de excavaciones. Sobre la historia de «Dick» se sabe poco—fuentes estadounidenses dicen que «Dick» no fue descubierto hasta la liberación del campo. Es probable que se emplease para almacenar herramientas tras el descubrimiento de «Tom». A partir de entonces todos los trabajadores se concentraron en «Harry».
A las 22:30 de la noche del 24 al 25 de marzo de 1944 empezó la huida a través del túnel «Harry». «Harry» medía 102 m de largo, 0,70 m x 0,70 m, tenía tres estaciones intermedias y transcurría a unos 8,5 m bajo la superficie. Sin embargo, el principio real de la fuga, es decir, la salida del campo, se retrasó porque el suelo en esa época del año estaba helado y se tardó cuatro horas más de lo planeado en perforar la superficie.
El túnel resultó unos 10 m demasiado corto, así que la salida no se encontraba en el bosque, sino algo antes. Esto conllevó que se tuviee que sincronizar la salida del túnel con las patrullas de vigilancia. Esto alteró el desarrollo planeado de la huida y pronto resultó evidente que no huirían 220 prisioneros como se había planeado, sino unos 100. La fuga fue detectada a las 4:55 horas. En ese momento habían cruzado el túnel 87 personas, de las que 11 se entregaron en el bosque adyacente, y no contaron por tanto como huidos. Esto deja un cómputo de 76 fugados. De ellos sólo 3 evitaron ser capturados.
La famosa película "La Gran Evasión" se inspiró en esta fuga.




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